Más allá de Conde Oliveto 3
Tipología: Edificio de viviendas
Dirección: Conde Oliveto, 3, Pamplona
Fecha: 1937
Arquitecto: Atribuido a Mariano Arteaga y Marcelo Guibert
Promotor:
Situación en el Segundo Ensanche: Manzana 20, parcela 2
Grado de protección en el Catálogo del Plan Municipal de Pamplona: 3
Observaciones. Forma parte de un proyecto de 1933 de un edificio en chaflán sobre la avenida de Zaragoza, 2, Plaza del Príncipe de Viana y Conde Oliveto, 1 y 3. Fue ejecutado en 1937 con mayor simplicidad.
Se trata de un edificio de viviendas situado en el número 3 de la avenida del Conde Oliveto, cuya fachada se articula sobre una primera planta comercial y cuatro pisos, coronada por un sencillo alero de obra, se compone de un cuerpo central avanzado con respecto a los dos laterales, levemente retranqueados formando dos pequeñas terrazas en el piso primero.
De gran sobriedad decorativa, la fachada se enriquece con el juego de colores que presenta el cuerpo central, pintado en color ocre claro, y los paños laterales de ladrillo rojo visto. Además, en los laterales, unos recercados claros, sin moldurar, resaltan el hueco de las ventanas, con alféizar, y las puertas que aceden a las terrazas del piso primero, con una sencilla balaustrada de obra. Además, en el cuerpo central se disponen, en el piso superior, tres placas verticales acanaladas en el centro. Las dos de los extremos son más cortas que la central, que llega hasta la mitad de las ventanas del piso tercero. Es el mismo elemento decorativo que se utiliza en la fachada de la casa contigua por el lado de la plaza del Príncipe de Viana, con la que se articula perfectamente.
Su estudio presenta una cierta dificultad porque el proyecto no se encuentra en el archivo municipal, y en su lugar se encuentra una nota que dice que fue retirado durante un proceso judicial y no repuesto.
De todas maneras, de los elementos a los que hemos podido acceder, se deduce que esta casa formaba parte de un proyecto mayor que, por las razones que fuese, se ejecutó en dos fases, la primera en 1933 y la segunda en 1937.
La parcelas números 2 y 4 de la manzana 20 correspondían al chaflán formado por el principio la avenida del Conde Oliveto, la plaza del Príncipe de Viana y también el principio de la avenida de Zaragoza. Medían, respectivamente 662,14 y 546,80 metros cuadrados, formando un conjunto de unos 1.200, y sobre él se construyó un edificio sobre una planta baja poligonal con formas redondeadas sobre la que vuelan cuatro pisos. Como suele ser habitual en los edificios en esquina del Segundo Ensanche, se potencia la parte central, la de esquina, que se destaca casi como una torre. La fachada abre numerosos vanos rectangulares sin ningún tipo de decoración, excepto una cornisa que separa los pisos primero, segundo y tercero. El elemento más original lo constituye el hecho de que la fachada se retranquea escalonadamente en altura, revelando una segunda fachada de ladrillo rojo y ventanas recercadas en claro. Además, unas placas verticales estriadas, con un saliente central en su extremo inferior, y pintados de un tono más claro que las superficies sobre las que apoyan, enfatizan la separación y el ritmo de esta original fachada. Además, el retranqueo escalonado permite crear algunas terrazas en los distintos niveles.
Si el proyecto se hubiese hecho de forma unitaria, el lado de la fachada que da a Conde Oliveto se hubiese hecho así, con el singular retranqueo escalonado y contraste de color, pero por el motivo que fuese (suponemos que el comienzo de la guerra civil), se optó en ese caso por una solución más sencilla.
Una cornisa de obra remata la fachada, enfatizándose al ser triple en el cuerpo central.
En el Catálogo de edificios del Plan Municipal de Pamplona se le incluye en el grado 3 de protección, y se proponen como autores los nombres de Mariano Arteaga y Marcelo Guibert, arquitectos ambos muy activos en esta época y a los que se deben numerosos edificios del Ensanche.
Parece que es menos probable que interviniese Marcelo Guibert, autor por esas mismas fechas de la casa de enfrente (Conde Oliveto – plaza del Príncipe de Viana – Sancho el Mayor), en la que se advierte un menor apego a lo decorativo, ni siquera el mínimo que presenta la casa que ahora analizamos. Aunque, eso sí, en ambas de aprecia el uso de los contrastes de color de los materiales en las fachadas.